El Leal de Camas

Por Trini García Varo

El pueblo de Camas, en cuyo termino municipal vivíamos en la Urbanización Jardín Atalaya, está situado a 3 km de Sevilla, en dirección a Extremadura.

Tiene varios barrios tales como La Pañoleta, El Carambolo, El Chato, La Uva, Balcón de Sevilla, entre otros.

Camas es famosa por ser tierra de toreros, de futbolistas y de buenos cantaores.

Toreros como Paco Camino, Curro Romero, El Almendro y su hermano, al que cogió un toro siendo muy joven poniendo banderillas, era un buen banderillero, la mala suerte terminó con su carrera.

El Almendro fue matador de toros, pero no recuerdo que toreara en los años que viví en Camas. El Almendro tenía una pescadería en el barrio de La Uva, frente a la capilla, con productos de muy buena calidad, así se ganaba la vida, pero teniendo ilusión, sueños y pensamientos en los toros. Hoy la plaza lleva su nombre: Plaza de El Almendro.

Al Leal, nunca he sabido su nombre de pila, se le conocía por su apodo: “El Leal de Camas”, era soltero, un poco afeminado, y en aquellos tiempos ese tema no estaba muy bien visto. Pero el tenía tanta personalidad que lo quería todo el pueblo.

El Leal de Camas se ganaba la vida vendiendo papeletas de rifas, que el mismo organizaba. Casi siempre rifaba cuadros de Santos. El Lealde Camas, pudo ser famoso, no por vender papeletas, sino por su gran talento para componer sevillanas. Estoy segura que no hay ningún cantante famoso, que no haya cantado unas sevillanas compuestas por El Leal de Camas, pero él no cobró ni una peseta. Ni nadie le reconoció su talento.

A mi me encantaba hablar con el Leal de Camas, cuando bajaba al mercado le compraba papeletas, y después de terminar de comprar le invitaba a un café. Nos sentábamos en una mesa y me escribía unas letras de sevillanas en un minuto. Luego le ponía música y las cantaba con voz profunda, porque cantaba muy bien.

El Leal pudo ser una persona famosa y rica. Murió pobre y solo, con su Virgen del Rocío y con su Cristo del Gran Poder.

Yo me enteré de su muerte después de mucho tiempo, ya que nos habíamos trasladado a Albolote. Y lo sentí mucho, el Leal de Camas era un amigo.

Donde quieras que estés, querido Leal, estoy segura será en el Cielo, te envía un recuerdo una buena amiga y admiradora.