A PEPE LEIVA (VALENCIANO), AMIGO DEL ALMA.

Por: José Luis Sánchez-Garrido Reyes.

Antequera, 31. marzo de 2024.

He escrito esto dedicado a un enorme amigo de muchos años y lo publico, aunque no sea conocido para los que me leen, salvo algunas excepciones, que a lo mejor la ven.

Yo no escribo para captar seguidores. Escribo sencillamente porque me gusta, lo siento y para mi espíritu es necesario, nada más. Sí, desde luego contemplo siempre una premisa, es no molestar a nadie.

La foto es de 2001, en Estados Unidos, concretamente en Disney World (Orlando). En la Torre del Horror, una alta torre que tiene dentro un ascensor, que una vez arriba, cae libremente sin freno alguno en vertical durante muchos metros, lo cual es terrible, sí desde luego tiene una suave frenada antes de llegar abajo, pero irremediablemente, el miedo lo pasas. Trini no quiso subirse ni tampoco otros acompañantes, mi amigo Pepe Leiva, es el de abajo a la izquierda, y yo el de arriba a la derecha, es una muy extraña sensación, sentir como el ascensor se desploma, como si hubiese sido un accidente de verdad, entra un poco de pánico.

Estábamos allí en un viaje de trabajo, pero en todos los trabajos se fuma (es decir, si queda algo de tiempo libre, se aprovecha para dedicarlo a alguna diversión).

A mi amigo Pepe:

Me dijeron el día 18 de marzo que estabas ingresado en el Hospital, algo presagiaba yo porque no me mandabas tus habituales WhatsApp y me informó de ello nuestro común amigo, José María Prieto, que pasó por Antequera.

Ese día hablé con Ana, tu mujer, que con voz entrecortada y llorando, me dijo que estabas muy mal, el día de tu Santo Pepe, recibí un WhatsApp de tu hijo Pepe Junior, con la fatal noticia de tu partida. El día 20 fue tu entierro en Turis (Valencia), tu querido pueblo natal y donde vivías.

Mi corazón lo has dejado roto, pues hemos sido muchos años, muy muy amigos, enormes amigos desde cuando contacté contigo al ser nombrado yo Jefe de Líquidos de Cros en 1976, ya son años de intensa amistad y de relación continua y de muchos cambios y evoluciones.

Hemos confiado siempre totalmente el uno del otro y no nos hemos defraudado para nada ni uno ni otro. Porque tú, Pepe, eras símbolo de la nobleza, de la sencillez, del trabajo, del tesón.

Amigos nobles de siempre y para siempre.

De tu mano, Pepe, hemos recorrido el campo valenciano, sus huertas, sus fincas, sus pueblos, no solamente el de Valencia, sino también el de Castellón y Alicante.

He conocido contigo el sector de fertilizantes en el Levante, del que tan buen conocedor eras, en todos sitios has sido siempre bien recibido.

He sufrido contigo, cuando ya fuera de Cros, pasaste una época muy mala, hasta que te consolidaste como empresario con tu empresa COHIFER.

La terrible pérdida de tu mujer, que te dejó hecho pedazos; menos mal, que años después has podido recomponer tu vida al lado de la maravillosa Ana, porque te encontrabas en un pozo sin fondo y muy perdido. Ana fue tu salvación, en mi opinión, estabas muy afectado.

Contigo Pepe, me has enseñado Valencia, sus restaurantes, y como hombre de Fallas, he ido contigo a algunas reuniones que tenías cada dos semanas en la sede de la tuya, que me asombré al ver el grado de organización y de trabajo e implicación de todos y el cariño que os profesabais, me quedé asombrado de sus instalaciones y del ambiente, de tanta camaradería y amistad y de cómo os queríais.

En las Fallas, junto con otros amigos, tenías siempre una habitación de un hotel en la plaza principal para ver las mismas.

Hemos tomado innumerables paellas, en sitios típicos de toda la provincia y también de Alicante.

En fin, Pepe, hemos hecho muchas cosas juntos, hemos sido los pioneros en Abonos Líquidos en Levante, junto a nuestro malogrado buen amigo Francisco Artal, y de nuestro recordado amigo Francisco de la Torre, en los años que estuvo allí.

Sin olvidar a nuestro también perdido amigo Salvador Orenga. Lamentablemente, ninguno de los comentados está ya con nosotros.

Cuando yo era gerente de Herogra, hicimos muchas cosas junto a Cohifer, tu empresa.

Finalmente, Coarval, Herogra y Cohifer construimos Líquidos del Mediterráneo S. L. en Picassent.

Junto al inolvidable Jose Faus, presidente de Coarval, se me dejaron totalmente las manos libres para construir una planta a “mi manera”. Siempre con el apoyo del presidente y vicepresidente de Herogra, Juan Romero Ruiz y Joaquín Romero Ruiz, quienes confiaron siempre en ti y también en mí. Todos los que te conocíamos, sin excepción confiábamos en ti.  Supuso un alto coste la construcción de la fábrica, eso sí, pero maravillosa y completa.

Hoy, la fábrica de Líquidos que explota Liquimed (Líquidos del Mediterráneo), tiene unas instalaciones impresionantes, las mejores de todos los países que bordean el Mediterráneo. Y ahora desde no hace muchos años también en sólidos en su especialidad concreta.

Y ya lleva algunos años dirigida magistralmente por tu hijo José Leiva- junior-, compañero mío de profesión; además de trabajar en ella tu otro hijo y tu hija.

Trini y mi hija Eva estuvieron una semana en tu piso de Valencia en plenas Fallas, un recuerdo que nunca han perdido; en aquella ocasión, yo no pude ir.

En fin, amigo Pepe, siempre que estábamos juntos, estábamos contentos, disfrutábamos con la presencia el uno del otro.  Sin más, éramos así felices.

A veces, no muchas, nos hemos visto a mitad de camino, cerca de Murcia, junto a Trini y Ana, no para hablar de negocios, sino simplemente, para vernos.

Sueño contigo Pepe, me has dejado con el corazón encogío y Trini y yo hablamos de ti con cierta frecuencia, pero esto es normal debido a nuestra tremenda gran amistad.

En fin, Pepe, has trabajado con orden, con tesón, siempre un gran comercial indudablemente y además buen productor y organizador, siempre atento a aprender y pendiente de tu familia y tus amigos y desde luego honrado a carta cabal.

Quiero ir a Turis, a tu pueblo más adelante e ir al Cementerio, hablar un rato mentalmente contigo para despedirme a Modo de Homenaje, porque ya en mis desplazamientos necesito tiempo, me he vuelto lento con los años y no me vi con fuerzas de ir a tu entierro, de lo que me siento bastante incómodo, pero no me era posible, a tan larga distancia, no tenía fuerzas, me quedé con las muchas ganas de ir y sintiendo ello mucho.

Te fuiste en un día señalado, el día de tu Santo, el día del Padre, en plenas Fallas, que eran las fiestas que más adorabas.

Un abrazo Pepe. Amigo del alma, hasta la vista, pero nunca te olvido, hablar de Valencia, es ver tu imagen.  Un abrazo hasta el cielo.

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