Sobre mí

DESCRIPCIÓN DE MI MISMO

José Luis Sánchez-Garrido y Reyes

Recibo un E-mail en este puente del 15 de Agosto, del caluroso 2010, de un buen amigo y compañero Antonio Clemente, informático de Herogra.

“En estos días que no tengo a mi hija conmigo me sirve de hobby hacer tu blog…”, del que yo tenía ganas de tener, y que le envíe una descripción de mi mismo.

Me lo pones terriblemente difícil Antonio, terriblemente difícil. Describirme a mi mismo.  ¡Que barbaridad!. ¡Describir lo indescriptible!.

No sé Antonio, el hombre al fin y al cabo, es un animal de especie superior que produce filosofías y poemas, al igual que los gusanos de seda realizan capullos y las abejas sus colmenas. El hombre, es un ser raro,  celebra nacimientos y muertes con igual solemnidad.
En fin Antonio, no sé, creo que la honradez es la mejor política y la sinceridad el mejor sistema.

El mundo esta lleno de personas honradas. Se distinguen fácilmente porque las malas acciones las hacen con torpeza.  No sé como es la vida de un sinvergüenza, sinceramente. Pero la de hombre trabajador no es muy buena. Y por otro lado la sinceridad, hace que se reciban leñazos por todos lados. Así que no se que decirte.

Si Antonio, he de confesarte, que me encantan la mujeres. Realmente no se porqué, pero es así, y los hombres pues sencillamente están los veo, pero no me gustan nada. Las mujeres, son alegría, son inteligencia, son belleza, todas tienen cosas buenas. A mi me gustan muchísimas. Trini lo entiende y no se enfada, menos mal.

Además no me gusta, que las mujeres sean muy guapas, entiendo por guapas, las que su cara parece tallada, me gustan las que transmiten sentimientos, pensamientos, las expresivas. Realmente, tampoco creo que diga nada nuevo, pero lo importante es el alma.  Así que esto me encanta, pues lo paso bien, viendo o hablando con mujeres que me gustan, que son casi todas. Me gustan mas las maduritas, pues saben lo que es la vida, lo han aprendido,  y me gustan la que le brillen los ojos, quizá porque mis ojos no tienen brillo, un día hace muchos años, pero no se me olvida, alguien que no me acuerdo me dijo que yo tenía ojos de borrego moribundo. El que me gusten las mujeres: ¿Es ello pecado?. Si es así, confieso que soy pecador.

Éramos un millón de espermatozoides, pero yo llegué el primero. Aquí empezó lo de numero uno. No sé, ya no me acuerdo del peso, de cuando nací, pero era tremendo, aproximadamente 7 kilos, a mi madre  la dejé destrozada, creo que no se recobró nunca, en cierto modo y visto así, yo maté en parte a mi madre. Aunque no tuve la culpa, nací haciendo daño. Esto puede ser una tontería pero lo he pensado muchas veces.

Dicen que estuve recién nacido sin ojos. Estaba tan gordo, que los ojos quedaban tapados con la presión de la cara. Estuve sin abrir los ojos a este mundo,  hasta los  9-10 meses, así que muy vivaracho e inquieto del todo, pues realmente no lo era. Ahora cuando alguna vez, sale ello en alguna conversación familiar, digo para marcarme un farol, que durante este tiempo, estuve meditando y planificando mi vida. No sé, me gustaría posiblemente arar en el mar.

Junto a mis padres, en Antequera, en Calle Merecillas, aprendí mucho, realmente los observaba mucho, como se expresaban, como se comportaban, como actuaban. Procuraba colaborar con él en su negocio de Almacenista de Ultramarinos, cuyo nombre es bonito “Ultramarinos”, nombre un tanto seductor o soñador, de más allá de los mares.

Hice Perito Agrícola en Sevilla, naturalmente obtuve el número 1 de la promoción. Al día siguiente de terminar pues ya estaba trabajado en Amoniaco Español S. A., tenia 21 años, así pues llevo 45 años en nutrición vegetal.

Siempre he venido escuchando ahora quizá menos, pero hace 40 años, 30 años, que el negocio de los abonos, es muy mal negocio. Siempre quejas del sector. Yo con esto de los buenos y malos negocios me sonrió un poco. Creo que no hay ni buenos ni malos negocios, solo creo que hay gestores competentes y gestores incompetentes.

Siempre he sido, un avanzado, con respecto a donde he estado. Es decir siempre he querido ser un adelantado, a lo de cada momento. Siempre he querido adelantarme al futuro, estar por delante del futuro, esto supongo es genético. Y me ha traído esta postura innumerables problemas. Grandes problemas, por personas de mi alrededor, que se aferraban al pasado, o a lo actual,  había muchos anti evolucionistas antes. Ya no, ya se ha cambiado de actitud.

Esta forma de ser, hace que haya sido el iniciador junto con otras personas, y a veces yo solo de muchos avances e hitos, en la Historia de la Fertilización en España. Muchas veces se los han apuntado posiblemente otros, pero tampoco eso me ha dolido demasiado, lo importante es avanzar. En Herogra, he tenido la suerte, de que he podido hacer muchas cosas, que antes en empresas mas grandes era absolutamente imposible. Hay mas libertad, lo cual no hay que confundir con libertinaje. El palmarés así, pues es tremendo en estos 45 años de especialización. Pero no me he molestado de momento en escribirlo y ya habrá cosas olvidadas.

He de reconocer que le dedico muchas horas al trabajo, no me gusta perder el tiempo, al menos en dosis masiva. No considero el trabajo, una maldición bíblica.  Tampoco considero, ni mucho menos, el trabajo una enfermedad. No creo que nadie se muera por trabajar. Pero es que trabajando se aprende, se crea, se hace, se construye, la mente funciona, se produce. Y el ocio, pues mire Vd. lo justo, para jugar, ya lo hice de pequeñito. Ya los juegos, pues no me gustan. Se disfruta con el trabajo bien hecho. Así que creo que saber disfrutar con el trabajo, es realmente una bendición.

Con 66 años, lo último que quiero es jubilarme. Cuando se me pregunta cuando me voy a jubilar, digo que a los 90 años. No me gustaría morirme, sencillamente porque este mundo es maravilloso, tiene muchísimas cosas malas, evidentemente, pero mucho más buenas.

A mi lado siempre ha estado Trini, aunque es verdad que no ha sido la única novia. Toda mi vida, ha sido Trini, la conocí con 14 años, hace ya más de 50 años, ella me cuida el desastre que soy yo, que es mucho.  No todas las épocas han sido buenas evidentemente, pero en un balance, las malas han sido un muy pequeñito porcentaje. Sino hubiese sido por Trini, pues no sé, que hubiese sido de mi. Me sorprende de ella, que todavía no se haya cansado de mi con lo insoportable que seguro soy.

A mi muchos me conocen por “el marido de Trini”, y ella cautiva a mucha gente, todos me hablan bien de ella. Ella es muy agradable. Yo depende como tenga el cuerpo y la mente ese día. Entonces al ser yo tan inútil, menos mal que Trini, esta a mi lado.

En cuanto a que con el trabajo se abandona a la familia es verdad. En mi caso tengo tres hijos maravillosos, y este abandono no se nota en ellos para absolutamente nada. Sin duda Trini se ha ocupado de que sea así.

Y en cuanto a lo de escribir. Pues sí, me gusta escribir, pero no tengo tiempo. Para escribir, hace falta tiempo, tiempo de elaboración, de pensar, de escribir borradores, de revisar.

Realmente empecé a creerme lo de escritor, con la Medalla de Oro de San Isidoro del Sindicato de Escritores Españoles. Y a lo mejor no lo hago mal. Los cuatro amigos que me leen me dicen que lo hago bien. Lógicamente a mi ello no me importa. Yo escribo porque me gusta  y punto. Y sé que si alguien lo lee, y no le gusta, no es mi problema, es su problema, y le recomiendo que vaya al psiquiatra.

Así que si quieres que me describa, es complicado:

Un ser, que deambula por este mundo, mientras dure, porque después del  mismo, probablemente no haya mucho, y que de alguna forma quiere aportar lo que pueda al mismo, a su Empresa  y a su familia.  Y escribir es una manera de vivir, cuando ya no estés.

Me gusta volar, y no me gusta convivir con Doña Rutina, con Doña Pereza. A Doña Poltrona sencillamente no la aguanto. Me gusta el vuelo de los pájaros. No me gusta estar atrapado a la sombra de un cocotero, ni vivir en la Isla de la Envidia, ni tampoco vivir en el Archipiélago de los Políticos, llenos de islas de poco recorrido. Quien piense en fracasar ya fracasó antes de intentarlo. Quien piense en ganar ya lleva ello por delante.

En una lápida de algún lugar, se lee:  “Aquí yace Tasio el Gladiador, que siempre ganó, menos esta vez.”

Y termino como terminaba una gran novela de Virginia Woolf: “Las olas rompían sobre la playa …”