EL EMBALSE DE AGUA DEBAJO DE LA SIERRA DEL TORCAL EN ANTEQUERA.

Por: José Luis Sanchez-Garrido Reyes.

5.julio. 2022.-

El origen de Antequera la causa y la razón, es el Nacimiento del Río de la Villa, el agua significa vida, sin agua no hay vida. Sin la Sierra del Torcal, no existiría Antequera.

Es muy recomendable visitar, de vez en cuando, el nacimiento del río es agradable ver la gran cantidad de agua que fluye y con tranquilidad escuchar el murmullo, el sonido transparente que hace el bajar la misma por unos pequeños escalones, para ir a un lago a sus pies.

Nunca en un río podemos poner la mano sobre la misma agua, nunca pasará por el mismo puente la misma agua, tampoco los momentos con la familia se repiten dos veces aunque creamos que sí, cada vez que vayamos y contemplemos la salida de agua del nacimiento del Río de la Villa no pensemos que ya lo hemos visto, el agua es otra, es nueva, igual pero muy distinta.

Esa agua no ha nacido antes por ese nacimiento, es agua nueva, irá en parte al   mar, otra parte de ella se evaporará y caerá en cualquier parte del mundo, otra parte se utilizará para regar los campos y por supuesto para beber personas y animales, pero que vuelva el misma agua en el Torcal, es más que complicado, y solo sería alguna gota.

El borboteo del agua, el eco del agua, el espejo del agua, el murmullo, el rumor del agua, el siseo, el runrún, el cuchicheo, el parloteo del agua. Y  donde hay agua, hay aves y hay humanos, niños con sus madres y padres, viendo por primera vez el nacimiento del agua, el volumen glorioso del agua, el estruendo y  la  calma del agua, la quietud de la noche, no para el sonido del agua en el Nacimiento de la Villa, ni de día ni de noche, el agua no se entiende lo que habla, solo se oye  el murmullo del agua, lleva muchos siglos, muchos siglos, cientos de siglos emanando agua a los pies del Torcal, día y noche, noche y día, sin parar fines de semana, sonido eterno, sonido que aplaca los sobresaltos, sonido que relaja, siempre manando agua, inexorablemente, diría que eternamente, nosotros al menos no estaremos aquí, pero en el nacimiento del Rio de la Villa, seguirá naciendo la bendita agua.

Un maravilloso tesoro que tenemos en Antequera es la Sierra del Torcal, cuyas riquezas en parte aún quedan por descubrir.  El agua, desde luego, es su principal maravilla.

Procede El Torcal de fondo marino, que unía hace miles de años, el Mediterráneo con el Atlántico, pero que por movimiento de las masas continentales se plegó y elevó; curiosamente  la elevación fue de forma horizontal. La roca caliza es de formación de fondo marino, por sedimentación, sobre suelo impermeable. Entre el suelo impermeable y las rocas, tenemos un inmenso pantano, nuestro, y en esta Antequera curiosa, lo tenemos bajo el suelo, un tremendo aljibe natural, del que nace vida.

El agua de lluvia sobre la Sierra de El Torcal, profundiza hasta 150 a 200 metros, y hay unas reservas muy apreciables, sobre un suelo de tierra impermeable, un almacenamiento de agua de gran capacidad, como si fuese una presa natural, un embalse subterráneo y la naturaleza, por filtración va soltando poco a poco, en el Nacimiento del Río de la Villa, por todo ello es una maravilla. El agua sobre la Sierra, cuando llueve, aprovecha bien la misma y la envía a su aljibe, agua pura de lluvia, enriquecida levemente por los minerales que arrastra, agua perfecta.

El suelo del embalse no está todo al mismo nivel, se estima que el agua almacenada en el Torcal nunca ha bajado del 50 % del aforo del embalse subterráneo.

Las formas caprichosas de las rocas son consecuencia del agua de lluvia que arrastra Anhidrido carbónico, es decir CO2, y que el mismo con el agua, forma un agua ácida, que va disolviendo el Carbonato Cálcico.

El río nace en la falda de la Sierra del Torcal, a unos 3 kilómetros de Antequera a la derecha de la carretera a Villanueva de la Concepción y no más de 500 metros de la misma, con entrada debidamente señalizada y un lugar digno de ser visitado por su belleza. El ver como el agua sale tumultuosa, limpia y con fuerza, con su murmullo y sonido relajante es obligado para olvidarse del mundo y estar allí un buen rato. Al ver el nacimiento de agua, recordar bien, que el agua es vida, que el Nacimiento de la Villa, es el nacer la vida en el corazón de Andalucía.

Don Manuel Salazar Cobos, apreciado amigo y maestro, que nos dejó hace pocas fechas, próximo a los 97 años y mente lúcida impresionante me decía que había agua todo el año, sin embargo, leo y releo que la industria de las mantas estaba muy afectada por la temporalidad, y que sólo se trabajaba seis o siete meses al año, depende del año, de la climatología tema negativo y que afectaba mucho a la producción lanera, la estacionalidad.

 “Mira José Luis -me comentaba Manuel- nunca ha faltado agua, para la fabricación de mantas, en ninguna época del año, precisamente, durante todos los años que yo he trabajado, que han sido muchos, se paraba precisamente en invierno y los paros se hacían en invierno pues en esa fecha no se venden mantas; los clientes se aprovisionaban de ellas con anterioridad, debido a la lentitud que había en los transportes y comunicaciones. Lo de que se cesase la industria por falta de agua la mitad del año, son afirmaciones de personas que han tenido una incorrecta información, es una leyenda urbana, no real.

Además, en aquellos tiempos el servicio de agua a Antequera era muy deficiente, no había buenas instalaciones y ya mucho más atrás no había ninguna instalación y pasaba el agua por el lado y en Antequera, se consumía  de fuentes públicas, y posteriormente los cortes de agua eran continuos por no haber depósitos almacén de volumen importante y en alto, el depósito del Cerro de la Cruz, hoy clausurado no estaba demasiado alto  (el depósito de agua mencionado, se me comenta que interiormente es una maravilla arquitectónica con muchos arcos y que con puerta de acceso y ventana, podría ser utilizado para otros fines, tal como una Sala de Actos o un museo;  hoy su acceso es  fácil, por la carretera nueva que va directa desde Urbanización La Quinta.

Hoy el tema es diferente, el consumo de agua para la población ha aumentado exponencialmente, los caudales que se necesitan son grandes y por ello en el mismo nacimiento hay sondeos para extraer el agua en cantidad suficiente, para tener un suministro asegurado; funcionan los sondeos ocho meses al año aproximadamente, las bombas sacando el agua de los sondeos, del nacimiento sólo brota, una cantidad para la agricultura todo el año. Y una gran parte del agua va por la tubería de hierro de gran calibre, es un agua que antes de nacer, ya la sacamos para utilizar, del embalse subterráneo.

También es habitual leer que había enfrentamiento entre agricultores y la industria de las mantas, porque el agua que se consumía en las fábricas bajaba mucho lo disponible para los agricultores, esto es claro que no tiene sentido por lo que reseño a continuación.

 Las “ruedas”, es decir las norias no consumen agua, el río nace a 650 metros de altitud y en el tramo comprendido entre su nacimiento al Puente de los Remedios (a pocos metros del Arco de la Puerta de Granada, en Antequera), estimo una diferencia de nivel de al menos 250 metros; en ese tramo hay cierto desnivel considerable, y es donde estaban ubicadas todas las fábricas y donde se aprovecha la misma energéticamente. No hay consumo de agua, en definitiva, en la industria que comentamos, sólo se aprovecha la caída para producir energía, y para uso de otros servicios tal como el lavado de la lana, por ejemplo, pero retorna a la Madrevieja, como se llama localmente al Río de la Villa. Así que otra leyenda, del consumo alto de agua en las fábricas no es así, en los curtidores de pieles ocurría lo mismo, el agua era devuelta al río.

La pena es que antes de desmontar las instalaciones de las norias, no hubiésemos sabido el precio de la electricidad de hoy. Si bien es verdad que el caudal del río hoy es menguado por el consumo de la población y sus polígonos industriales.

La altura media de la Sierra del Torcal es 1.000 metros con respecto al nivel del mar.

Otra cosa es que en la actualidad, el consumo de agua por habitante se ha disparado y el número de habitantes también; a la vez hay un consumo destacable en los polígonos industriales; esto hace, junto a tener una red hidráulica de calidad, que se hayan instalado más tanques de almacenamiento de agua y situados a más altura, para que no haya cortes de la misma y se ofrezca un servicio continuo.

En el Cerro de San Cristóbal hay un depósito de agua regulador, otro en la Carretera del Valle de Abdalajís junto a la misma, y también en el Polígono Industrial o cerca del mismo, con lo que el suministro está asegurado no hay cortes, en ningún momento, como era habitual hace años.

El río se genera en las entrañas de la Sierra del Torcal. Su nacimiento ha sido convertido en tierra de ocio y de camping, y el resto sirve de referencia para conocer la ubicación de fábricas y molinos. El río es el drenaje natural y lento de la Sierra del Torcal.

La Sierra del Torcal, hoy formando parte del Patrimonio Mundial de Antequera, tiene una extensión su embalse de 20 km2, y aparte de su singularidad y belleza, actúa como un embalse natural de amplias dimensiones y por debajo del nivel del suelo, aunque la superficie total de la Sierra, son del orden de 35 km cuadrados.

El Torcal sobreexplotado en el siglo XIX, en buena parte desolado, se debe a la tala de los encinas para el carboneo, a una caza muy indiscriminada, y excesiva explotación ganadera, pero esto ya hace muchos años; hoy cada vez hay más especies vegetales, casi 700 diferentes algunas raras, más especies animales, aprox. 120; el paraje fue comprado casi en su totalidad por la Junta de  Andalucía, la presencia del hombre en el Torcal se remonta a la Prehistoria a los primeros habitantes de Antequera. En las visitas no se deben cortar flores ni nada que rompa aquello que se está reconstruyendo. Fue declarado Zona Especial para la protección de las Aves (Z.E.P.A) y está declarado como Parque Natural.

La totalidad de su extensión está en el término municipal de Antequera, los paisajes con formas caprichosas de las rocas lo hacen único. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad, el eje El Torcal, Los dólmenes y Peña de los Enamorados recientemente.  Ahora ya la piedra roja del Torcal no se puede extraer para la construcción.

La Sierra del Torcal es una joya. Llegará un día que se pueda visitar a lo mejor con un teleférico en alguna zona, sus paisajes son de impresión, pero andando es otra cuestión.

La descarga del acuífero en el nacimiento es de 13, 5 Hectómetros cúbicos anuales, es decir, 13,5 millones de metros cúbicos, y cada metro cúbico son 1.000 litros. Serían pues 13.500 millones de litros de agua al año que significa un caudal medio de 425 litros por segundo. Y el máximo casi 2.000 litros por segundo.

Junto al nacimiento un viejísimo árbol, un árbol de muchos años, ya muy vetusto, y sólo con alguna rama verde, se resiste a morir, tiene a sus pies, en una parte el agua vivificante, en una parte de sus raíces; el árbol está muy viejo, viejísimo, pero no quiere separarse de este privilegiado lugar y le aparecen ramas sueltas débiles, pero verdes que lo mantienen con vida.

El agua, hizo que desde muchísimos años atrás, hubiese asentamientos humanos junto al río cristalino, río que da agua para los seres vivos, animales y vegetales, para la industria, para la energía. El agua que todo lo puede. Lo más básico para el hombre: El Agua.

Si el agua es lo más básica, un enorme porcentaje del peso de los vegetales son los componentes del agua, Hidrógeno y Oxígeno, un alto componente de los animales, mundo en el que estamos nosotros del género sapiens, eso sí, también es lo mismo Hidrógeno y Oxígeno

Es una enorme riqueza la que tiene Antequera, con su Torcal, siendo considerada desde 1999 como agua mineral, por resolución de la Junta de Andalucía de 26.1.1999, a la salida del nacimiento.

El Río de la Villa, desemboca en el Guadalhorce, es un afluente del mismo; nace el Guadalhorce en la Sierra de las Alazores en Villanueva del Trabuco, tiene un curso de 166 kilómetros hasta desembocar en Málaga, y en su transcurso se formó el desfiladero de los Gaitanes, donde está el célebre Caminito del Rey, que según la leyenda lo hizo Hércules, pegando un manotazo con su mano de canto, para partir la montaña, dejando paredes verticales. La desembocadura en Málaga está en dos brazos, uno artificial para evitar las continuas inundaciones.

El Río Guadalhorce es el río principal de la provincia de Málaga y de Cuenca Hidrográfica del Sur (distinta a la del Guadalquivir), pasa por el término de Antequera, donde desemboca el Río de la Villa ya comentado.

Nunca ha faltado el agua, ni en verano ni en invierno, con nuestro maravilloso Torcal y esto ha dado lugar a asentamientos estables de población, la Sierra del Torcal es como un gran embudo que recoge el agua de lluvia, y va saliendo de forma continua en el nacimiento del río de la villa, como un prodigio de la naturaleza. 

Así en la Ribera del Río, había lo que podemos llamar un Polígono Industrial de la Antigüedad, cuyas fábricas se movían por “Las Ruedas”, de cangilones.

 Junto al río, se desarrolló la población prehistórica, y la Antequera romana, la árabe, y muchos años durante siglos, hasta que ya los alcázares y castillos no eran necesarios tras la Conquista de Granada por lo que se extendió Antequera.

Por ello en poco tramo, en el justo en el que el agua va pendiente abajo, antes de llegar al llano, se situaron aproximadamente 20 molinos de harina, una barbaridad, un verdadero poderío industrial. La molienda, es necesaria no sólo para el trigo y hacer después el pan, sino que el ganado también necesita que los granos que ingieren sean previamente molidos, tal como cebada, maíz y algunos más, porque si no es así, los animales en muchos casos no la podían digerir y es defecado, tal como era ingerido, no pensemos que era solo para harina de alimentación humana; la carga ganadera siglos atrás era muy importante, la Vega antequerana, no estaba roturada para agricultura, y era en buena medida tierra de pastos, para muchas ovejas y cabras.

De esta forma, se llevaba por los agricultores y ganaderos, los granos a los molinos. Los molinos de harina fueron la base, una vez quedaron obsoletos, el instalar una industria de la lana, utilizando la infraestructura y edificaciones y ha ocurrido que, en cierta medida, al ser aquella zona muy particular y a industria harinera, ha hecho que, como consecuencia de la misma, emergiese otra industria, la lanera y como complemento a ésta, la industria de curtidos.

Hoy día, al no ser la zona de evolución fácil, al estar en un lugar con dificultad en las comunicaciones en buena parte, un valle pequeño, entre cerros, pues no se han instalado otros negocios, que prefieren los servicios, amplitud de los polígonos industriales. Por ello, la Ribera, mantiene edificios, que de otra forma hubiesen sido demolidos, y lo hacen atractivo para Restaurantes y turismo; el pasear junto al río, es agradable, habría que ver cómo hacer caminos adecuados para este fin. “La zona de los molinos” es un área interesante turísticamente, sin duda y de buen potencial futuro. La zona industrial en el llano habría que pensar el usar o adecuar la infraestructura total de la ribera. Estaría estupendo mantener en funcionamiento la infraestructura hidráulica, y ser zona de asueto y descanso.

Sin duda, un tesoro antequerano es el Parque Industrial de la Antigüedad, en la ribera del Río de la Villa desde su nacimiento hasta el puente de los Remedios, llegará un día que su puesta en valor y acondicionamiento, lo hagan un sitio de lo más interesante de nuestra bella Andalucía, en su mismo corazón y que atraerá miles de visitantes, como un lugar singular, paradisiaco y fresco.  

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